Las mujeres y hombres
que son violentados deben acercarse a la Comisaría de la Mujer en cualquiera de
los cantones y con la copia de la cédula y papeleta de votación, se le tomará
la denuncia y se les entregará las medidas de amparo, dependiendo del caso a
seguir.
En la Ley 103, contra
la Violencia a la Mujer y la Familia, las medidas de amparo que protegen a las
víctimas de violencia son dadas por las autoridades competentes y quienes
pueden aplicar la justicia de manera legal, como los Jueces de la Familia,
Comisarios de la Mujer y la Familia, Intendentes, Comisarios Nacionales y
Tenientes Políticos etc. En el caso de que se haya cometido un delito, los
mismos deben remitir una orden judicial, para que la Fiscalía se encargue del
proceso y se apliquen las sanciones correspondientes.
De igual forma, la
Comisaría proporciona terapia familiar a las víctimas y a sus hijos, como así
lo manifiesta Claudia Ramírez, sicóloga, quien dijo que las personas que deseen
recuperarse de estos problemas pueden acudir al departamento para brindarles la
ayuda necesaria y así continuar con su vida.
SOLUCIONES PARA DISMINUIR ESTE PROBLEMA
CAMPAÑA
La campaña que emprende el Gobierno, en
conjunto con la Dirección Nacional de Género y otras entidades a fines,
presentaron en este año, “El Plan Nacional de Erradicación de Violencia de
Género e intrafamiliar” que permitirá el fortalecimiento de los centros de
atención integral para las víctimas de la violencia.
El mismo que se presentó también en
Ibarra hace varios días, mediante charlas, visitas a entidades públicas y
privadas, con la entrega de trípticos y volantes con mensajes anti machistas,
entre otras actividades. De igual forma la Comisaría de la Mujer y la Familia,
anunció que para el próximo año se desarrollará la campaña
“Mujeres basta, luchemos contra la
violencia”, a nivel de Latinoamérica.
Los
problemas familiares muchas veces se dan por fallas en la comunicación. Padres con malos modos, que tratan de imponer sus ideales
violentamente, olvidan algunos aspectos cruciales del diálogo.
“Lo blando es más fuerte que lo duro; el
agua es más fuerte que la roca, el amor es más fuerte que la violencia”
PARA TENER EN CUENTA
Ningún ser humano merece ser maltratado ni golpeado.
• La
violencia es incompatible con la familia.
•
Nadie debe vivir con miedo, lastimado, insultado o amenazado en su propia
familia.
• La conducta violenta es un comportamiento
inaceptable y constituye un delito.
• Quien maltrata es responsable de su actuar.
La creencia acerca de la “provocación” de la violencia es un mito que sirve
para justificarla y tolerarla.
• No hay nada que justifique la violencia en
la familia.
• Las personas que ejercen violencia pueden
dejar de hacerlo si lo desean y reciben ayuda.
• Todos/as tenemos derecho a enojarnos y
expresar la emoción del enojo sin causar daño ni ejercer violencia contra otro integrante de la
familia.
• Una persona que es o que fue maltratada no
tiene derecho a maltratar a otros.
• Las niñas y niños están diciendo la verdad
cuando se animan a hablar de malos tratos y/o abusos sexuales; necesitan ser
creídos, aliviados y protegidos.
REFLEXIONEMOS:
Gloria, Pedro, Rosa y José nos cuentan que los
gritos de sus madres, padres, son usuales en el medio en que viven, pero
anhelan que sea distinto.
“Tonto, vago, burro, bueno para nada” son
algunas de las palabras que escuchan a diario, y tan convencidos están de ser
lo que les dicen, que no levantan sus caritas para decir que no, que no son
aquello que les dicen, sino simplemente niños y niñas que desean jugar y
sonreír; pero sus propios padres son quienes los entristecen al gritarles y
humillarles.
Edison cuenta que la soga, el cable de luz,
el agua fría sobre su cuerpo, son los castigos más comunes que reciben.
Justifican lo que sus padres les hacen porque dicen que ellos se lo merecen por
ser unos malcriados, desobedientes y
vagos, por no hacer todo lo que los grandes les piden (aún cuando sus pequeños
cuerpos no tengan las fuerzas ni el tamaño para hacer lo que les piden) o
porque algún día quisieron decir lo que sentían y solo obtuvieron un: “burro
calla, vos qué sabes, si no piensas todavía”.
Así crecen nuestros niños y niñas en medio de
gritos, de la ridiculización delante de
los otros, las comparaciones, los pedidos para que hagan cosas más allá de lo
que su edad permite.
Es hora de reflexionar…
Es
tiempo de reflexionar y tratar de
solucionar las dificultades o problemas
que se nos presentan con nuestros hijos con opciones como el dialogo
constante y el buen trato primero que todo, es necesario comprometernos que
debe existir una buena comunicación, confianza y respeto por las opiniones de
cada miembro de la familia y no responder con rabia y rencor todo el tiempo
recordemos que son nuestros hijos que
necesitan un ambiente
estable y seguro para su desarrollo integral .Recordemos que los niños de hoy, serán el futuro de nuestra
sociedad y no queremos cada palabra y cada golpe sean dados con mas fuerza en
un futuro ……